Poco antes de las 11:00 locales (10:00 GMT), las campanas de la basílica repicaron por la muerte del ex papa, mientras cientos de personas se acercaban a la plaza para recordar la figura de Joseph Ratzinger, un refinado teólogo ultraconservador, que escogió el nombre de Benedicto XVI tras ser nombrado al frente de la Iglesia Católica en 2005.
Su salud se había deteriorado en los últimos días, aunque el Vaticano indicó el viernes que se hallaba en condición “estable” y que había participado el jueves en la misa celebrada en su habitación del monasterio vaticano.
El funeral del papa número 265 de la historia será celebrado por su sucesor Francisco, un evento sin precedentes en los dos mil años de historia de la Iglesia.
Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre ellas jefes de Estado y líderes de otras religiones.
Fuente: Infobae
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